Me declaro mamá desde que lo recuerdo. Lo tuve claro siempre, a los 10 años hablaba de 3 hijos y a los 35 me llegaron ¡trillizos!
¿Un regalo divino? ¿Una visualización? Lo único que es claro es que con la ilusión también llegaron nuevas habilidades de resiliencia, disciplina, organización, practicidad y muchas más que me enseñaron que si le das foco lo que quieres, lo tienes.
Esas habilidades que me permitieron ser mamá y ejecutiva en el mundo corporativo, navegando retos corporativos, estilos de liderazgo, entendimiento de culturas y formas de habilitar resultados organizacionales.
Este instinto maternal de guía trascendió el mundo familiar y se volvió una constante también en mi vida laboral, me gustaba inspirar y movilizar a otros, independiente de si eran parte de mi entorno laboral.
Fue en ese descubrimiento que entendí que debía poner al servicio de los profesionales mi experiencia y mi habilidad como Mentora para ayudarlos a encontrar su propósito personal, a definir y a navegar su vida profesional.
Mi experiencia en consultoría me permitió diseñar metodologías prácticas para acompañar este proceso, que hoy está a disposición de todos los profesionales en Latinoamérica.
De experiencia
Acompaño desde el pragmatismo de la estrategia y mi experiencia en el mundo corporativo, esto no es un ejercicio de marca personal, sino estratégico.
Para mí el Mentoring es un proceso que debe tener una ruta de aprendizaje y descubrimiento, no conversaciones inconclusas.
Mi enfoque en disciplina y resultados hará de este un ejercicio accionable en el día a día desde la primera sesión.